lunes, 9 de marzo de 2009

DE CÓMO DESAPARECIÓ LA ÚLTIMA GENERACIÓN DE LA VÍBORA DE CASCABEL



Soy la última criatura de mi especie, me encuentro enroscado en pleno corazón de esta sierra. Sediento, triste y solitario. De vez en cuando veo a mi buena amiga la Lagartija negra, quien gusta de las historias que le cuento y me visita de vez en cuando. Creo que está cerca, escucho cómo se desplaza velozmente por la hojarasca seca.¡Hola señor serpiente! Aquí estoy de nuevo para que me cuente una de sus interesantes anécdotas; le he traído esta despensa para que tenga qué comer.Pasa buena amiga, protégete del sol, es muy intenso; tu piel por su color, absorbe todos los rayos ultravioleta, no quiero perderte a consecuencia de un cáncer. Toma tu lugar y escucha. Serás la única en el mundo en escuchar esto... ¿Ves aquella roca?, la que tiene forma de mono.Sí, la que está justo al lado del pino más alto.Sí, la identificaste rápido. Pues hace poco tiempo, has de haber sido apenas una cachorita, nosotros aún éramos una importante especie por estos rumbos, en vías de recuperación de la total extinción. De pronto, los humanos comenzaron a explorar esta tierra y acabó con nuestra especie.Tengo muy vivo el recuerdo del último día; unos jóvenes vinieron, ignorantes totalmente de las leyes de la naturaleza. Como niños, con su espíritu de aventura y conquista muy desarrollado. Se sentían los dueños del mundo. Fue el día más amargo de mi existencia. Jamás había visto tanta saña...Ya no quiero hablar, es más,no puedo hacerlo, me remueve hasta el más oculto de mis sentimientos... Además... te entristecería.Por mí no se preocupe, a usted, aún que no lo crea, le ayuda a limpiar su alma, desahogue sus penas, ¡cuénteme! ¡Por favor!, le escucho.Está bien, pues ahí tienes que la última de las serpientes de mi especie que podía reproducirse, estaba criando a cinco pequeñas viboritas...Salió sólo unos minutos a buscar comida, mientras tanto... un curioso explorador descubrió el nido e inmediatamente llamó al resto de sus compañeros, exclamando¡Hey! , ¡Vengan, encontré el tesoro!Se acercaron de inmediato, como niños curiosos. Sin medir el peligro, uno de ellos tomó una vara con horqueta e inmediatamente capturó a una criaturita, sacó su cuchillo y con toda crueldad cortó el cascabelito, que después colgaría como medalla de su cuello. Otro de ellos, sin más respeto por la vida, brincó con sus grandes botas militares sobre el resto que aún estaba sobre el nido. ¡Fue una verdadera masacre!... Cuando la madre se percató de su presencia, angustiada y presurosa fue en defensa de sus críos. Al ver el nido destrozado, agitó el cascabel con toda su furia y se lanzó contra ellos. Fue inútil, había experimentado la inminente extinción de su especie...¿Dónde estaba usted?Aquí... desde entonces estoy aquí, sumergido en este mar de impotencia. Pero déjame que termine esta cruel historia...Sujetaron su cabeza, según ellos para experimentar, tomaron un vaso y exprimieron su veneno, insaciables cortaron con toda saña su cabeza y la enterraron para evitar una mordedura, desollaron su cuerpo, arrancando sin piedad su piel y se la llevaron como trofeo...Lo vi todo y no pude hacer nada... Me habían disparado con una munición que se alojó entre mis vértebras. Quedé inmóvil, contemplando el exterminio. Soy el último, heme aquí, inútil, viviendo de tu compasión, enroscado debajo de este tronco seco que ha sido mi refugio y será mi tumba.¿Puedo hacer algo por usted?Ya has hecho bastante, me has hecho confortable mi agonía. Enseña a los tuyos a ser ágiles y astutos, para que no tengan el mismo final que tuvo la especie mía.

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